Hoy estaba meditando en una escritura, simplemente no me la podía sacar de mi mente. Se encuentra en Salmos 84:11, y dice; “Porque sol y escudo es el Señor; gracia y gloria dará el Señor. No quitará el bien a los que andan en rectitud.”
Piensa en esa escritura por un momento, Selah, detente y piensa sobre eso. NO QUITARÁ EL BIEN a los que andan en rectitud. Dios no le quita nada al recto. ¡Wau, que promesa!
Después de estar pensando en esa escritura por algunas horas, me llegó una pregunta a mi mente. ¿A quién Dios considera recto? Casi a la misma vez que pregunté, me llegó otra escritura.
El Salmo 140:13 dice; “Ciertamente los justos darán gracias a Tu nombre, Y los rectos morarán en Tu presencia.” Ajá. Así que los rectos son aquellos que habitan en su presencia….hmmm.
Dios no le quitará nada a aquellos que habitan en su presencia. ¿Qué es eso que necesitas en tu vida hoy? No importa lo que sea, Esta palabra del Señor hace provisión para ello cuando dice ‘Yo no le quitaré nada a aquellos que permanecen en Mi presencia.’
A medida que comencé a buscar en la palabra de Dios, encontré aún más promesas para aquellos que son rectos, que habitan en Su presencia. Permíteme compartir algunas de ellas contigo.
El Salmo 37:18 dice; “El Señor conoce la vida de los rectos, y su herencia perdura por siempre.” El Salmo 37:37 dice; “Considera al recto, y mira al justo; Porque hay un final dichoso para el hombre de paz.” El Salmo 112:2 declara; “Su descendencia será poderosa en la tierra; La generación de los rectos será bendita.” El Salmo 112:4 dice; “Luz resplandece en las tinieblas para el que es recto.”
Separa un momento hoy y medita en las promesas del recto, aquellos que habitan en la presencia del Señor. Las promesas incluyen una herencia, paz, bendición para sus hijos y nietos, y luz en tiempos de oscuridad.
Yo no me podía imaginar que hubiera más promesas como éstas, pero hay algunas otras que quiero compartir contigo. Proverbios 11:11 dice; “Por la bendición de los rectos, se enaltece la ciudad.”
¿Tienes a tu ciudad en tu corazón? ¿Añoras que tu ciudad sea exaltada y limpiada de todo mal? Yo sé que yo sí. Esto es una promesa, no solo para ti pero también para tu ciudad…y esta promesa se manifestará debido a ti y la bendición que tú llevas. ¡¿No es eso impresionante?!
Y finalmente, Proverbios 14:11 dice; “La casa de los impíos será destruida, pero el tabernáculo de los rectos florecerá.”
La casa de los impíos será destruida, PERO el tabernáculo de los rectos florecerá. Lo primero que me llamó la atención en esta escritura es que en donde habitan los impíos les llama casa, lo que simplemente se define como un lugar de vivienda. Pero los rectos habitan en tabernáculos. Un tabernáculo se define como sigue; el tabernáculo se conoce en hebreo como el Mishkan (“Residencia” o “Morada”). Era un lugar portable donde moraba la presencia divina en los tiempos hebreos del Éxodo de Egipto hacia la conquista de la tierra de Canaán. Se dice que se construyó bajo Moisés, cuando los israelitas estaban errantes en el desierto. Sus elementos formaron parte del Templo de Jerusalén por el siglo 10 A.C. La descripción completa del Tabernáculo describe un santuario interior (El Lugar Santísimo) donde habitaba el Arca del Pacto y una cámara exterior (El Lugar Santo) que contenía el candelabro de siete brazos, la mesa de los panes de la proposición y el altar de los inciensos. Esta descripción es generalmente identificada como la Parte Sacerdotal escrita durante los siglos 6 o 5 A.C. Una versión anterior al pre-exilio describe al Tabernáculo como un simple templo en una tienda.
En adición, la palabra en hebreo nos señala otra definición. Mishkan se relaciona con la palabra hebrea “habitar”, “descansar”, “vivir en”, refiriéndose a la “[Manifiesta] Presencia de Dios”, la Shekinah. Su presencia es un lugar de descanso, donde nosotros vivimos, respiramos y tenemos nuestro propio ser.
Nosotros, mis amigos, habitamos en el lugar santo en Dios, que solo solidifica que los rectos moran en la presencia de Dios. Nosotros tenemos que habitar, hacer nuestra morada en la misma presencia de Dios. Me fascina como lo dice la versión Amplificada de la Biblia; “La casa del impío será destruida, pero la tienda del recto florecerá.”
La tienda, refiriéndose a un lugar portable que podemos mover a dondequiera que se mueve la presencia de Dios. En el Antiguo Testamento cuando la presencia de Dios dejaba un lugar, la gente se movía con ella. Nosotros, en este día y en este tiempo, se supone que vivamos nuestras vidas de la misma manera. Nosotros vamos a dondequiera que la presencia de Dios nos dirija y continuamente permanecemos en Su presencia.
Me fascina cuando Moisés dijo en Éxodo 33; “Si Tu presencia no va con nosotros no nos envíes desde aquí.” Esta escritura ha sido la escritura de mi vida. Yo no sé cuántas veces he orado ‘Padre, si tu presencia no va conmigo, yo no voy.’ ¿Y sabes qué? Él siempre es fiel a ir conmigo.
Permaneciendo en Su presencia; ese es el plan de nuestro Padre para nosotros. Su presencia, nuestra morada. ¿Tu estas morando en Su presencia hoy? Si es así, participa de todas las promesas que eso conlleva, decláralas sobre tu vida y quédate en Su presencia…allí hay paz…allí hay provisión…allí hay bendición…allí hay gozo…todo lo que tú necesitas se encuentra centralizado en un lugar – en Su presencia. ¡Florece y resplandece en la presencia de nuestro Señor!
Oración para Hoy: Padre, mi oración de hoy es: Haznos gente de tu presencia. En el nombre de Jesús. Amen.
Revelaciones:
Yo creo que el mayor regalo que yo he recibido a través de mis retos ha sido un corazón de acción de gracias. Porque una vez estuve en una gran escases, yo estoy muy agradecida de todo lo que poseo ahora. Porque he batallado enfermedades, estoy muy agradecida por mi salud. Porque he sentido gran dolor y desilusión, yo estoy sumamente agradecida por el gozo del Señor que es mi fuerza.
El Salmo 100:4 dice: “Entrad por sus puertas con acción de gracias, y por sus atrios con alabanzas. Alabadle, y bendecid su nombre.”
Colosenses 3:15 dice: “Y la paz de Dios gobierne en vuestros corazones, a la que asimismo fuisteis llamados en un solo cuerpo. Y sed agradecidos.”