habla_espanol_do_you_speak_spanish_ornament-r99ba306ac44f484b89ee4e0e1927c330_x7s2s_8byvr_324
Yo no sé cómo tú eres pero yo aprecio cuando Dios me corrige. La Biblia dice ‘él corrige a los que ama’ por eso yo puedo decir que sin lugar a dudas que Dios me ama porque me castiga a menudo.

Mucha gente se siente condenada cuando Dios los castiga y francamente, yo solía sentirme igual cuando volví a nacer, y con los años he aprendido que Dios no está enojado conmigo, él simplemente quiere que yo este lo mejor que yo pueda. Él quiere que yo sea como Jesús y como todo buen padre, él me corrige.

En el pasado, cuando el Señor me corregía yo sentía condenación y se me hacía más difícil cambiar. Hoy día, cuando el me corrige, puedo reírme de mí misma y cambiar inmediatamente. Yo corrijo lo que necesita corrección, ajusto lo que necesita ajuste y sigo adelante…No me pierdo de nada.

Esta mañana estaba manejando hacia una cita fuera de la ciudad y estaba reflexionando sobre algunas escrituras. De repente me llego la revelación de la escritura. Era tan tremenda que se la tenía que contar a alguien. Llamé a mi amiga Deborah. Le pregunté, qué haces, ella dijo, ‘estaba reflexionando.’ Le pregunté sobre qué estaba reflexionando y contestó ‘sobre las palabras de mi boca.’ Yo me eché a reír. La cosa más difícil de domar es nuestra lengua. La Biblia dice que eso es lo que maneja nuestra embarcación, lo que literalmente nos mueve hacia una dirección o la otra, yo me di cuenta de que sus palabras la habían llevado hacia la dirección que ella no quería ir.

Ella comenzó a compartir conmigo lo que había sucedido. Ella dijo ‘Yo maldije mi vehículo hasta que al fin murió, y aquí en la orilla del camino, Dios me reveló lo que paso y me eche a reír.’ Ella me contó como literalmente pronunció palabras de maldición sobre su vehículo hasta que éste finalmente se rindió bajo las palabras de maldición que se habían hablado sobre él.

La vida y la muerte están en poder de la lengua. Cada palabra que tú dices…cada palabra que tú dices…está produciendo algo…ya sea vida o muerte. Para Deborah, las palabras que pronunció sobre su vehículo produjeron muerte. Cuando ella terminó de contarme su historia yo le dije ‘bendito sea tu corazón.’ Ella me contestó ‘de ahora en adelante, por favor, no bendigas mi corazón, bendice mi boca.’
Le dije a Deborah ‘esta mañana tu comiste un fruto…el fruto de tus labios, ¿cómo te supo?’ Las dos nos reímos, pues las dos lo comprendimos. Entendimos lo que Dios nos estaba mostrando. Nosotros comeremos el fruto de nuestros labios, ya sea bueno o malo, ya sea una bendición o una maldición, la elección depende de nosotros.

Deuteronomio 11:26 dice que Dios ha puesto frente a nosotros vida y muerte, nosotros elegimos. Proverbios dice claramente que nosotros comeremos el fruto de nuestros labios. El libro de Mateo dice que nosotros somos justificados o condenados por UNA COSA – las palabras que salen de nuestra boca.

Las palabras que salen de nuestra boca son importantes. Más que eso, están produciendo algo cada vez.
Amigos, tenemos que aprender esto, nuestras palabras están guiando nuestra vida. Nuestras palabras están gobernando a donde vamos – por favor vigilen cada palabra que sale de sus bocas. Dios creó el mundo con palabras y ustedes están haciendo exactamente lo mismo; qué clase de mundo ustedes quieren.
Otra cosa que Dios me mostró durante nuestra conversación fue esto; cuando comenzamos a ver un aumento en el mundo, cuando comenzamos a ver un aumento en la revelación, aumento en las finanzas, aumento en la presencia de Dios, también vemos un aumento en otras cosas. Nosotros veremos un aumento en la velocidad de la manifestación de las palabras que salen de nuestra boca…bueno o malo.

Eso podría ser bueno pero podría ser aterrador. Si tú estás hablando palabras de bien, veras que te pasaran cosas buenas a un ritmo más rápido. Sin embargo, si estás hablando palabras negativas, como ella estaba haciendo con su vehículo, verás que también te pasaran esas cosas rápidamente.

Estamos en un tiempo maravilloso y también en un tiempo de humildad. No podemos tomar las cosas a la ligera. Nosotros comeremos el fruto de nuestros labios. Esa no es la pregunta. La única pregunta es ¿el fruto será dulce como la miel o será amargo por la maldición? Depende de ti. Y depende de mí.

¿Yo? Yo voy DIARIAMENTE a vigilar mi lengua y hablaré solo palabras de bendición – Yo voy a asegurarme de que mi embarcación vaya en la dirección correcta…directa a las promesas de Dios.

Oración para Hoy: Padre, yo oro para que todos nosotros estemos más y más al tanto del fruto que nace de nuestros labios. De la abundancia de nuestros corazones hablara nuestra boca, ¡permite que nosotros diariamente aumentemos La Palabra de Dios en nuestros corazones! Yo oro para que aumente nuestra hambre de tu presencia y tu palabra, ¡para que el fruto que llevemos sea dulce y que perdure! En el Nombre de Jesús. AMEN.
download

Revelaciones para el Amor:
Nuestro mundo está enmarcado por nuestras palabras y Dios no puede ser burlado, lo que sembramos, eso cosecharemos. Si sembramos la palabra de Dios en nuestros corazones y nuestras mentes todos los días, cosecharemos madurez, cosecha espiritual. Si rechazamos la palabra de Dios y sembramos en nuestros corazones y nuestras mentes lo que escuchamos del mundo, cosecharemos corrupción. Cosecharemos miedo. Cosecharemos escasez. Cosecharemos depresión. Nosotros, simplemente tenemos que mantener nuestros ojos y nuestros corazones en Dios todo el tiempo.
Mantengan la palabra de Dios frente a sus ojos y sus corazones – porque de ella fluyen las cuestiones de la vida. La vida literalmente fluye de ti. Si estás lleno de la palabra de Dios, de ti fluirá una vida de bendición, prosperidad y llena de paz.