EL mensaje de hoy va a ser corto y dulce…yo creo. Esta semana yo estuve escuchando a varios ministerios. Uno en particular estaba hablando de una profecía, la cual ella sentía que era del Señor. Trataba sobre tiempos muy difíciles que se aproximan a este mundo. Según yo leí sobre esa palabra profética, yo no me sentí animada, corregida, edificada o levantada de espíritu.
Pero ahora, no se equivoquen conmigo, yo sé que Dios nos advierte sobre sobre las cosas que han de venir y sé que no hace falta ser un científico para darse cuenta de que nuestro mundo no está en paz en estos momentos, sin embargo, yo me he dado cuenta de que durante los tiempos más difíciles, con Dios existe paz y esperanza. Él es un Dios de Esperanza.
La siguiente mañana una amiga me envió un enlace para que yo viera un episodio del programa de Sid Roth. Yo abrí en enlace y escuche un un profeta de Dios dar, lo que el entendía que era un mensaje del Señor. Fue un mensaje de ánimo para el pueblo de Dios. A pesar de que el vio unos tiempos de reto en el futuro, estaba lleno de esperanza para aquellos quienes están en Cristo.
Estuve pensando en esas dos ‘palabras’ según estudiaba en el día de hoy. Como dije anteriormente, yo sé que vendrán tiempos de reto, pero también creo que nosotros somos la gente que continuamente tenemos la esperanza en un buen resultado como Dios nos lo ha prometido. Él ha dicho que pasaremos por las aguas y por el fuego, pero también nos ha prometido que no nos vamos a ahogar ni saldremos con olor a quemado. ¿No lo ha prometido El?
Yo quiero que tú recuerdes que nosotros le servimos a un Dios quien es fiel a su pueblo. Si Él puede encontrar gente que todavía ore, todavía adore, todavía le clame a Él, nosotros tenemos la esperanza de que Él va salvar nuestra tierra y sanara nuestra tierra, ¿será cierto o no?
El miedo no proviene de Dios, El miedo nunca ha sido de Dios. Si Dios nos está avisando sobre algo, él también nos va a revelar la manera de salir de eso y tú caminaras a través de eso en Su paz que sobrepasa todo entendimiento. Recuerda, Dios nos ha prometido la forma de escapar. Dios es un Dios bueno., quien nunca nos deja, ni nos desampara. Él está con nosotros en los tiempos buenos y en los tiempos malos. Hoy te quiero dejar con la palabra de Dios. Yo te recomiendo que tú ores estas escrituras sobre tu vida y tu familia todos los días, a medida que lo hagas, recuerda sus bondad y su fidelidad. Toma tiempo para hacer esta escritura personal para ti y luego declarara diariamente.
Salmo 91 – Nuestra promesa de parte de Nuestro Dios
El que habita al abrigo del Altísimo morará bajo la sombra del Omnipotente. Diré yo a Jehová: Esperanza mía y castillo mío; mi Dios, en quien confiaré. Él te librará del lazo del cazador, de la peste destructora. Con sus plumas te cubrirá y debajo de sus alas estarás seguro;escudo y protección es su verdad. No temerás al terror nocturno ni a la saeta que vuele de día, ni a la pestilencia que ande en la oscuridad, ni a mortandad que en medio del día destruya. Caerán a tu lado mil y diez mil a tu diestra; más a ti no llegarán. Ciertamente con tus ojos mirarás y verás la recompensa de los impíos. Porque has puesto a Jehová, que es mi esperanza, al Altísimo por tu habitación, no te sobrevendrá mal ni plaga tocará tu morada, pues a sus ángeles mandará acerca de ti, que te guarden en todos tus caminos. En las manos te llevarán para que tu pie no tropiece en piedra. Sobre el león y la víbora pisarás; herirás al cachorro del león y al dragón. Por cuanto en mí ha puesto su amor, yo también lo libraré; lo pondré en alto, por cuanto ha conocido mi nombre. Me invocará y yo le responderé; con él estaré yo en la angustia; lo libraré y lo glorificaré. Lo saciaré de larga vida y le mostraré mi salvación.
Oración para Hoy: Hoy yo declaro: Yo habitaré al abrigo del Altísimo y moraré bajo la sombra del Omnipotente. Le diré al Señor ‘¡Eres es mi refugio y mi fuerza!’ ‘Eres mi Dios, en quien confío.’ Me has librado a mí y a mi familia del lazo del cazador, de la peste destructora. Me cubres con sus plumas y debajo de tus alas estaré segura; escudo y protección es tu verdad. No temeré al terror nocturno ni a la saeta que vuele de día, ni a la pestilencia que ande en la oscuridad, ni a mortandad que en medio del día destruya. Caerán a mi lado mil y diez mil a mi diestra; pero no se acercarán a mí ni a mi familia. Ciertamente con mis ojos miraré y veré la recompensa de los impíos. Porque he puesto al Señor como mi esperanza, al Altísimo por mi habitación, no me sobrevendrá mal ni plaga tocará mi morada. Él envía a sus ángeles para que nos rodeen y nos guarden todo el tiempo. El enemigo está debajo de mis pies y permanecerá bajo mis pies. Yo he pesto mi amor en Dios firmemente, y él va a liberarme a mí y a mi familia; Él me ha puesto en alto porque yo lo he conocido. Cuando yo lo llamo, Él me responde; Él está conmigo cuando estoy en problemas; Él me libera y me honra. Él nos dará larga vida a mí y a familia y nos enseña continuamente Su salvación.
Revelaciones
Esta semana a mí me hicieron la siguiente pregunta; ‘¿Qué pasaría si tú haces algo muy malo y luego te arrepientes, pero eso no se va y se queda ahí? ¿Las circunstancias todavía se quedan?’ Eso es fácil; las circunstancias están sujetas a cambiar ciado se aplica la palabra de Dios. Pero si tú tienes que caminar a través de algunas circunstancias – eso no cambia el hecho de que nosotros tenemos la promesa de un buen final. Y eso yo si lo sé. Tú puedes tener la paz que sobrepasa todo entendimiento a través de cualquier circunstancia, si tú mantienes tu mente puesta solo en Dios. Por eso es que el enemigo trata de convencerte de que lo echaste todo a volar esta vez. Él sabe que Dios es un Dios de amor y misericordia – algo que él nunca probó y que él no quiere que tú tampoco lo pruebes. Pero, Sus misericordias son nuevas para ti hoy. ¿Por qué no las recibes y caminas en lo nuevo de todo lo que Él ha prometido para ti? Las circunstancias no cambian el plan y propósito de Dios para ti a menos que tú lo permitas. En vez, haz que esas circunstancias te empujen hacia el próximo nivel. ¿Cómo tú haces eso? Simplemente cree lo que Dios dice, perdónate a ti mismo y confía en que Él va a cambiar todo para tu bien.