Una mañana de la semana pasada me despertó este mensaje de texto. El mensaje era una escritura de una amiga. La quiero compartir contigo hoy.
‘No nos cansemos de hacer el bien, porque a su debido tiempo cosecharemos si no nos damos por vencidos.’ Gálatas 6:9 NTV
Según salía de mi cama, iba meditando en esta escritura, la cual leí una y otra vez. El Señor me acordó esa ocasión cuando el llego justo en su tempo. Eso fue hace algunos años.
Este ministerio ha ido creciendo al punto de que necesitamos una oficina, nuestra primera oficina. Yo espere a que nuestro ingreso estuviera estable para poder absorber ese gasto adicional. Encontramos un edificio, pero necesitaba unas reparaciones, pintura y remodelación. Comenzamos a trabajar y en el principio teníamos gente ayudando pero fueron mermando hasta que quedamos solo mi amiga y yo.
Nos tomó un mes remodelar el edificio y tenerlo listo para mudarnos. Justo cuando comenzamos a trabajar nuestras finanzas comenzaron a ser atacadas. El ataque fue tan fuerte que en tres semanas no nos quedaba nada, y me refiero a nada. Aquí estaba yo, con un edificio listo para mudarme y no tenía nada de dinero. Era un tiempo de desesperación. Yo me iba a la cama orando y me despertaba orando. Después de una semana de que no pasaba nada, yo estaba en un silencio desesperante. Faltaba un par de días para mudarnos y no tenía dinero.
La amiga que me estaba ayudando también estaba pasando por una crisis financiera. Estaba sin dinero y estaba comprando alimentos con su tarjeta de crédito. Recuerdo el último día que pintamos como si fuera ayer. Ella estaba como loca. Yo estaba como loca. No estábamos hablando de eso, seguíamos trabajando lo que sabíamos hacer. Llegábamos todos los días y pintábamos y decorábamos el edificio. Yo pensaba que al menos debía terminar el edificio para al menos no dejar a los dueños con un trabajo a medias. Yo quería caminar en integridad aun si no podía tener el edificio. Así que continuaba pintando.
Era viernes, el último día antes de pagar la renta. No había llegado dinero al ministerio. Mi plan era terminar el edificio y dejarle saber a los dueños lo que me pasaba. Como siempre, llegue al edificio y comencé a pintar, no hablábamos mucho, solo pintábamos; continuábamos haciendo lo que sabíamos. Tuve que ir a mi casa a buscar algo, por el camino fui al correo. En ese momento mis expectativas eran bajas, de hecho, yo no esperaba nada bueno ese día.
Regrese a la oficina para terminar de pintar. Me detuve un momento para darle un vistazo al correo. Vi En ese sobre había una carta que no reconocí. La abrí. En ese sobre había suficiente dinero para varios meses. Yo me quedé anonadada. Dios es tan fiel para nosotras dos, ese día bailamos por todo el edificio. Ese es el día que se quedó en mi mente y declaro el día de la fidelidad de Dios. También declara la verdad de la escritura de Dios.
En su tiempo recogeremos la cosecha de bendiciones si no nos damos por vencidos. Esas son palabras de Dios. En su tiempo recogeremos la cosecha de bendiciones si no nos damos por vencidos. Ella y yo no nos dimos por vencidas, continuamos haciendo todo lo que sabíamos. Continuábamos pintando y siguiendo hacia adelante, seguíamos orando, y aun cuando no lo esperábamos, Dios llego en una manera grandiosa. Me recuerda la escritura en 2 Timoteo 2:13 cuando no tenemos fe, el permanece fiel, él no puede negarse a sí mismo.
Hoy me acuerdo de se día y de la fidelidad de mi Dios. Amigos, no paren de hacer el bien. No dejen de hacer lo que saben hacer. Sigan creyendo, sigan dando, sigan diezmando, sigan honrando a Dios, sigan orando, mantengan la fe – él es fiel y en su tiempo – el aparecerá con una bendición que no podrás contener.
Yo sé que tú piensas que todo está bien después que pasa ese tiempo, yo también pensé eso aquel día, pero estaba equivocada, en su tiempo justo, el apareció y lo cambio todo.
Te lo digo…a nosotros no nos quedaba nada…pero nunca perdimos el ritmo. Yo estaba asombrada en aquel día de la fidelidad de Dios y de la manera en la cual nos bendijo mucho más de los que yo estaba esperando o había pedido. Esa es la manera en que él hace las cosas.
Yo se esto – nosotros estamos en un tiempo de Dios cuando él es una bendición a los fieles – mantente como uno de ellos. Se fiel a Dios, prosigue hacia adelante, no te detengas, yo estoy segura que él; va a hacer contigo igual que lo hizo conmigo ese día – abundantemente, sobre todo lo que le pedimos o pensamos…yo solo lo sé.
Oración para Hoy: Padre, te doy gracias hoy porque ¡tú eres un Dos fiel! Yo celebro tu fidelidad hoy. Gracias por ser fiel a mí aun cuando mi fe flaquea. ¡Te amo Dios! En el nombre de Dios. Amen.
Revelaciones
La Biblia habla mucho de las malas actitudes, especialmente en los Salmos y los Proverbios. ¿Alguna vez alguien te ha contestado de manera altiva? Probablemente a todos nos ha pasado. La Biblia dice que esa actitud viene primero que la destrucción. Solamente la actitud humilde tendrá la recompensa de Dios. Tú debes responder a preguntas con humildad y no con altivez. Si tú escoges altives, tú escoges muerte. Y Dios dice que lo que prosigue es la destrucción.
¿Qué tienes en tu corazón? ¿Cómo te ves antes los demás? La mayoría de las veces, de la manera en que te perciben los demás es la manera que refleja lo que hay en tu corazón.