Y aquel Verbo fue hecho carne, y habitó entre nosotros (y vimos su gloria, gloria como del unigénito del Padre), lleno de gracia y de verdad. Juan 1:14 (KJV)
Esta escritura ha cautivado mi mente durante los últimos días. Es una escritura muy familiar, aun así tan profunda que tuve que compartirla con ustedes.
La semana pasada recibí un correo electrónico de un amigo…déjame compartir parte contigo.
La palabra fue hecha carne. Las palabras de una boca crearon un bebé, un cuerpo, adentro de una mujer que nunca había tenido intimidad con ningún hombre. Las PALABRAS crearon un bebé adentro de su cuerpo. Las PALABRAS crearon a Jesús. Así de poderosas son las palabras.
Yo quiero que te tomes un momento y pienses sobre eso. Piensa sobre el poder de las palabras que hablamos, el poder de la palabra de Dios.
Yo sé que a menudo nosotros hablamos de las palabras de nuestra boca, pero hay un propósito en estas enseñanzas – existe un gran poder en nuestras palabras y yo estoy tratando de ensenarte que tus palabras están creando algo.
Una palabra hablada sobre María en Lucas 1 creó a este bebé adentro de su cuerpo. Un acto que era absolutamente imposible de que ocurriera, manifestado ahí mismo, frente a sus ojos. María era una virgen, quien dio a luz a su hijo. ¿Cómo? Mira el verso 37; porque nada es imposible para Dios. Las palabras crearon un ser humano respirando, con vida.
¿Por qué esto es tan impresionante? Porque las palabras van creando cosas en tu vida en cada momento. Las palabras que hablas sobre tu cuerpo están creando vida y sanidad o enfermedad y destrucción. Las palabras que tú hablas sobre tus finanzas están creando libertad financiera o escases y deuda. Las palabras que tú hablas sobre tus hijos están creado algo – ¿qué tú estás creando con tus palabras hoy?
Yo no sé tú, pero hoy yo quiero crear cosas buenas en mi vida. Yo quiero crear sanidad y salud, prosperidad y bienestar, buenas cosas para mi familia y paz en mi vida – para poder hacer eso yo tengo que velar las palabras de mi boca.
Toma un momento, para de leer por un momento y piensa… ¿qué palabras tú hablas diariamente sobre tu familia? ¿Qué palabras tú hablas diariamente sobre tus sueños? ¿Qué palabras tú hablas diariamente sobre tus finanzas, tus facturas? ¿Qué palabras estás hablando sobre tu cuerpo?
Mateo 12:37 dice; Porque por tus palabras serás justificado, y por tus palabras serás condenado.
Deuteronomio 30:19 dice; A los cielos y a la tierra llamo por testigos hoy contra vosotros, que os he puesto delante la vida y la muerte, la bendición y la maldición; escoge, pues, la vida, para que vivas tú y tu descendencia;
Proverbios 18:21 dice; La muerte y la vida están en poder de la lengua, Y el que la ama comerá de sus frutos.
Amigos, a partir de estas Escrituras vemos claramente que elegimos la vida o la muerte con nuestras palabras. Donde estamos hoy pudiera ser la manifestación del fruto de nuestros labios. Eso puede ser difícil de tragar para algunos, pero es la verdad, al menos de acuerdo a la palabra de Dios.
Sé que caminamos a través de tiempos de desafío, pero ¿cómo vamos caminando a través de ellos? ¿Continuamos hablando palabras de fe o estamos orando en un momento y hablando en contra de todo lo que acabamos de orar en el siguiente suspiro? Sea lo que sea que estás diciendo…estás creando.
No quiero que esto se convierta en un mensaje de condenación, en lo absoluto. Independientemente de las palabras que hemos estado hablando, la buena noticia es que tienes el poder de crear una nueva vida comenzando ahora. ¡Qué mejor momento que ahora!
La palabra se hizo carne y habitó entre nosotros. María dio a luz a la palabra después de nueve meses. ¡Imagínate lo que pasaría en tu vida si llevas la palabra durante nueve meses! ¿Qué darías tú a luz si nunca hablaste NADA más que la palabra de Dios sobre tu situación durante nueve meses?
Esta es la pregunta que he tenido en mi espíritu una y otra vez desde que leí el correo electrónico de mi amigo – ¿qué daríamos a luz si habláramos nada más que la palabra sobre nuestras vidas durante nueve meses? ¿Qué sería lo que veríamos manifestarse si llevamos nada más que la palabra en el centro de nuestro ser? ¿Qué veríamos nacer? ¿A qué cosa vida, respirando, le echaríamos mano?
Amigos, nada es imposible para Dios. Hoy, quiero que pienses en esto, piensa en el poder de las palabras, piensa en la capacidad creativa que posees justo debajo de la nariz. Piensa en cómo las palabras crearon un ser vivo, respirando, en una situación aparentemente imposible.
¿Qué cosa te gustaría que cambiara dentro de unos meses? Sea lo que sea, encuentra la Escritura para hablar sobre esa situación y luego determina en tu corazón el hablar NADA más que la palabra de Dios sobre eso. Da luz a tus sueños. Da a luz a tus deseos dados por Dios. Da a luz a la libertad de las deudas. Da a luz a la liberación de tu hijo. Da a luz a la totalidad de tu cuerpo – tu tienes el poder – está en tus palabras… ¡CREA!
Oración para Hoy: Padre, yo te pido que guardes mi boca para que yo no hable nada excepto tu palabra concerniente a mi situación. Yo determino en mi corazón hoy, el hablar únicamente tu palabra. Confiar que tu palabra no volverá atrás vacía. Ayúdame a hacer esto, en el nombre de Jesús. Amén
Revelaciones para el Nuevo Año:
La palabra de Dios, hablada sobre tu situación no volverá atrás vacía. Dios nos ha prometido en Isaías 55:10-11; Así como la lluvia y la nieve descienden del cielo, y no vuelven allá sin regar antes la tierra y hacerla fecundar y germinar para que dé semilla al que siembra y pan al que come, así es también la palabra que sale de mi boca: No volverá a mí vacía, sino que hará lo que yo deseo y cumplirá con mis propósitos.
¡Declara Su palabra sobre tu vida y observa lo que va a suceder!
Ciertamente Dios bendice al hombre fiel.
Proverbios 28:20 dice que el hombre fiel tendrá bendiciones en abundancia.
Hoy, mientras siembras tu semilla, oramos y nos ponemos de acuerdo contigo para que tú puedas tener abundancia de bendiciones según lo dice la palabra de Dios.