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Por Kim Potter
La otra noche una de mis amigas me envió un texto a una hora que sería media noche para ella. Yo me sorprendí de recibirlo y se lo comenté cuando hablamos al siguiente día.

Ella me dijo que tuvo in sueño y fue tan real que tuvo que enviarme el mensaje de texto. Su sueño fue sobre ella hablándole a la cosecha. Lo cual, si la conocieras a ella, pensarías que es raro. Ella me dijo, ‘yo no soy la que declara y le habla a las cosas…eso es cosa tuya.’ Ella ora sobre situaciones pero nunca declara sobre las cosas u oraciones, sin embargo yo lo hago todo el tiempo.

La Biblia dice que nosotros debemos declarar algo y eso debe ser establecido. Yo creo esa verdad y la he visto pasar en mi vida una y otra vez.

Yo siempre me he sentido dirigida a tener tableros de oración o tableros de mi visión y declaro sobre esas cosas las cuales le estoy pidiendo a Dios, pero mi amiga no se ha sentido de esa manera, por esta razón, el sueño fue bien poderoso viniendo de ella.

¿Así que, a qué cosa ella le estaba hablando y declarando? A su semilla. Si recuerdas, en el libro de Ezequiel, Dios le pregunto a Ezequiel si los huesos secos vivirían. Ezequiel le contestó que él no sabía. Dios le dio instrucciones a Ezequiel para que profetizara y le ordenara a los huesos y él lo hizo y ellos volvieron a vivir. Puedes leer sobre eso en el libro de Ezequiel.

Dios nos ha enseñado como revivir algo o cómo darle vida a algo por primera vez; profetizando y ordenándolo.

Todas esas escrituras llegaron a mi mente cuando mi amiga me escribió que le habían dicho que hablara y declarara sobre su semilla. Esto es parte de lo que ella me dijo;…Yo dije, ‘Mi cosecha está madura’…y entonces hubo una explosión en mi mano…aquella cabeza de trigo creció tan grande como una mazorca de maíz… ahí mismo en mi mano… y el Espíritu me dijo, ‘Es tiempo de cosechar… ¡háblale a tu semilla y ordénale que madure y este lista!

¡Oh Dios mío! Dios todavía está diciendo lo mismo que le dijo a Ezequiel años y años atrás. Dios creó al mundo hablándole al caos y nosotros somos capaces de hacer lo mismo hoy.

Como yo he dicho antes, la mayoría de nuestras peticiones tienen que ver con nuestras finanzas. Si tu diezmas y siembras, he aquí otra llave poderosa para añadir a tu arsenal de prosperidad financiera – comienza a hablarle a tu semilla. Dile a tu semilla que madure, ordénale que crezca grande. Dile que madure y este lista.

Ella también me dijo que les ordenó a los trabajadores que fueran a su cosecha y que le trajeran su cosecha. Esos serían los ángeles del Señor.

En adición, ella le habló a su ADN y le ordenó que se restaurara en su cuerpo. Considerándolo todo, fue un sueño asombroso, lleno de Dios. Yo creo que también fue una instrucción. Y yo creo que fue una instrucción para ESTE tiempo y ESTA temporada. Yo estuve pensando sobre él durante algunos días antes de compartirlo con ustedes hoy. Yo siento fuertemente que debía compartirlo con ustedes. Yo creo que es una instrucción para todos nosotros.

Si tú tienes una semilla en la tierra, este mensaje es para ti – toma ventaja total sobre el, comienza a hablarle a tu semilla hoy.

Oración para Hoy: ¡Padre! ¡Hoy, le hablamos a las montañas en nuestras vidas! ¡Le gritamos a las montañas! ¡Gritamos GRACIA! ¡GRACIA! ¡A la montaña, de acuerdo con Zacarías 4:6&7 decretamos y declaramos que las montañas delante de nosotros se caerán, hoy, en el nombre de Jesús!

¡Visita nuestro sitio web! www.anewthingministries.com

Revelaciones para el Nuevo Año:

Nosotros hemos escuchado durante todo el año que el tiempo de cosechar para el cuerpo de Cristo – pero si no tiramos nuestras redes, no traeremos una cosecha. Sé que muchos de ustedes están agotados y se sienten como que ya hicieron todo eso – también Pedro – pero trató una vez más y de seguro que él y sus amigos se alegraron de que lo hizo. La palabra de Dios trabaja – nunca va a fallar.

Si le envías la palabra de Dios a tu cosecha, tu cosecha se elaborará en esa palabra. No existe escasez de prosperidad en el Reino de Dios. Solo hay una escasez de personas que se lanzaran a lo profundo una vez más. Solo hay unas cuantas personas que declararan ‘con todo, a SU palabra.’